La junta de seguridad celebrada esta mañana ha tomado la decisión de reducir la velocidad en la curva de Servisa, tras la muerte de un matrimonio de vecinos arrasado por un vehículo en noviembre del año pasado y las denuncias de los residentes de la zona. El subdelegado del gobierno, Jorge Atán, ha admitido deficiencias en ese punto y velocidades superiores a las permitidas.
 
Finalmente la curva AC-12, frente al Hospital de A Coruña y al Materno, verá reducida su velocidad de 80 a 50 kilómetros por hora. Además se instalará un radar de control y el carril de servicio se prolongará hasta la rotonda de Oza para impedir cambios de carril en ese punto.

Jorge Atán, subdelegado del gobierno
 
También la curva de acceso a Matogrande y Pocomaco desde Alfonso Molina, la AC-11, del edificio Proa, contará con una banda rugosa e iluminación led para alertar del límite de velocidad de 40 km/h que, según han dicho, no se cumple en la mayoría de los casos.