El Dépor respira a costa de la Real
08 de marzo de 2011 (01:00 h.)
El Depor tembló, Riazor se temió lo peor, pero los tres puntos se quedaron en casa. Ayer en A Coruña se vivió un encuentro cargado de sentimientos. El del miedo, sobre todo. El equipo de Lotina cocinó a fuego lento un triunfo balsámico que le permite respirar. El resultado final es evidente: dejar cinco puntos atrás los puestos de descenso a Segunda y mirar con optimismo el futuro. En las once jornadas que restan para que termine la Liga, el Deportivo tendrá que recibir a seis rivales en casa. La teoría dice que en Riazor será dónde se jueguen las habichuelas.
El partido ante la Real comenzó con un monólogo gris de los blanquiazules. Un once voluntarioso que a penas mordía a los vascos. Las lesiones condicionaron de inicio a Lotina. Lassad duró diez minutos, y en su lugar entró Riki. El de Aranjuez batió tras un remate sensacional al portero txuri-urdin. EL balón le llegó tras una peinada, una vez más, de Colotto en el segundo palo. El central terminó ovacionado por el estadio. Un merecido reconocimiento al trabajo, muchas veces gris, de este oficioso central.
Ya en la segunda parte La Real estiró el equipo. Se vino arriba. Necesitaba empatar. Fue ahí cuando se coció el partido perfecto para los gallegos. A la contra Adrián fue letal y no perdonó el segundo.
La Real Sociedad redujo distancias en una jugada aislada. Aguirretxe marcó de cabeza para desesperación de Riazor. Los locales ya se temían que se rememorara el encuentro ante el Sevilla. Por entonces el Dépor también ganaba 2-0 y terminó cediendo dos puntos. Pero ayer el temor no se hizo realidad. Una vez más, el Deportivo sacó petróleo. Una vez más, el Dépor salió de los puestos oscuros de la liga. Suma 31 y respira. De momento.