Grecia ha dicho no al plan de la Unión Europea para pagar sus deudas. El referéndum convocado por Tsipras ha arrojado un resultado inequívoco y contundente. Por puro instinto de supervivencia los ciudadanos griegos se han rebelado contra las imposiciones de la troika en el momento en que les han dejado opinar. Cuando un ser humano, o una sociedad sana, no tiene nada que perder no puede optar por seguir de rodillas o porque se profundice en las políticas que la quiebran y desahucian a la mayoría de sus integrantes. El voto de los griegos es un voto contra la irracionalidad. Contra una política que solamente beneficia al capital especulativo, que no crea riqueza ni bienestar. Contra los que ofrecen créditos a cambio de realizar políticas que hacen imposible devolverlos y aumentan la deuda en una suerte oficial de usura. Lo inconcebible es que Alemania y los partidos que sustentan esta locura desde hace años contaran con que pudiera ocurrir otra cosa. Los griegos han votado también por nosotros. Por sus hijos y los nuestros. Contra el miedo. Nunca una noticia a nivel internacional fue tan seguida por toda la gente y tan aplaudida por los humildes que han sido capaces de sacar adelante a sus familias en medio de mil dificultades y a pesar de políticas absurdas. Gracias.

Mikis Theodorakis.