Vivimos el último día de una campaña electoral que termina con todos los interrogantes abiertos. Abierta, con mil lecturas y matices, con jugadas a corto y largo alcance. Como telón de fondo la vida de las personas en una crisis dura e inclemente y la forma en que la sociedad ha abierto los ojos y ha caído en la cuenta de que es la política la clave para mantener logros y no devaluar más nuestro modo de vida. Nos encontramos con un PP que en Galicia intenta conjurar el varapalo, la bajada que le dan todas las encuestas. Un PSOE que se esfuerza en llamar al voto útil y en alertar sobre el peligro de fragmentación del voto de la izquierda. Unos emergentes con dos escenarios completamente distintos. Podemos remontando, aquí En Marea, sin que nadie podamos determinar el alcance de la corriente subterránea que se tradujo en vuelcos en las ciudades en las municipales, y Ciudadanos, una formación a la que no le sientan bien las campañas electorales, sin propuestas concretas para Galicia. Galicia, clave para Nós, la candidatura nucleada en torno al BNG, que lucha por mantener representación en el Congreso en un escenario convulso. Sabemos varias cosas: que el voto de los indecisos va a ser más importante que nunca, que el 20D por la noche no sabremos quién será el Presidente del gobierno y que nada va a ser lo mismo sea quien sea. O al menos eso último debemos intentar. Depende de usted, y de usted, y de usted. De que no dejen de estar alerta, exigir y controlar. Es el pueblo el soberano, sea cual sea su ideología. No lo olviden. 

El otro acontecimiento del fin de semana ... salvando las distancias. El estreno de El despertar de la fuerza.