Buscar
sábado, 27 de abril de 2024 00:09h.

La saturación de urgencias y los recortes en sanidad

Santy Gutiérrez para La Opinión A Coruña.

Las urgencias hospitalarias son algo así como el espejo de la sanidad. En la sanidad pública son la expresión de las consecuencias de los recortes que han sido brutales según los sindicatos médicos y de clase. La semana pasada se encendían todas las alarmas cuando supimos que en las urgencias del CHUAC, nuevas y con multiplicación de espacio, había pacientes en camillas en los pasillos. La Conselleira de Sanidade y el propio Presidente de la Xunta han atribuído los picos en las urgencias a la gripe, al envejecimiento o incluso a la extraña costumbre de operarse de las caderas. Parece que el culpable de la saturación de urgencias es el ciudadano y no las autoridades sanitarias inoperantes ante este problema que surge a consecuencia de la bajada de presupuestos en la pública a la vez que aumentan los de los conciertos con hospitales privados. Porque, como bien dicen muchos profesionales, la gente no va al hospital por gusto, salvo excepciones como las hay en cualquier ámbito de la vida, si no por necesidad. Y los recortes en atención primaria, en áreas de diagnóstico y en especialistas provocan listas de espera y gente que acude a urgencias desesperada, a veces, por consejo de su médico. Esa es la realidad, por mucho que se gestionen mejor las camas, como ha indicado la Conselleira, y sabiendo que es imprescindible contar con los buenos profesionales del hospital que sacan trabajo adelante en medio de la precariedad de medios y de personal, y de contratos por días en ocasiones. 

Reportaje de La Sexta esta semana.