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martes, 23 de abril de 2024 00:00h.

El rescate del Nova Jundiña en medio de un infierno líquido

RESCATE NOVA FUNDIÑA
RESCATE NOVA FUNDIÑA

El mar más bravo del mundo puede ser un infierno líquido. Dicen los que lo conocen. La mayoría nos limitamos a mirarlo desde la costa. Y hemos aprendido, cada vez mejor, a no acercarnos más de la cuenta. En el caladero del Gran Sol un temporal debe ser otro mundo. Hay personas que se ganan la vida trayéndonos el mejor pescado a nuestro plato. En un sector económico que junto a la agricultura es el primero en aportación al Producto Interior Bruto de Galicia. Esta semana hemos vivido el naufragio de un pesquero de nuestro puerto, el Nova Jundiña, con once tripulantes a bordo, once valientes. Y hemos comprobado qué necesarios son los medios de salvamento y la formación de las tripulaciones, el cumplir los protocolos y el que todo esté a punto. La inversión en salvamento marítimo es una malla de seguridad a la que el Estado destina dinero todos los días. Y cuando pasan cosas como las del Nova Jundiña entendemos el porqué. No más Tonechos, no más Rey Alvarez II. Los valientes del mar y de los equipos de rescate trabajan seguros porque la sociedad y los poderes públicos han entendido. Por suerte, más bien por derecho.

En 1992 murieron 30 marineros gallegos por los temporales. Reportaje de Línea 900 de aquel año.