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viernes, 26 de abril de 2024 00:01h.

Peligro de empacho electoral

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La política es el arte de hacer la guerra por medios pacíficos. También es el vehículo para resolver los problemas de los ciudadanos, que eligen a sus representantes para que gobiernen y, en caso necesario, para que se pongan de acuerdo. Es muy complicado sustraerse de la política de altura en estos días de cambio porque iniciamos año con novedades en Cataluña que pueden abocarnos casi con toda probabilidad a una nueva cita electoral, siguen las tablas en la negociación de gobierno en el Estado y hay elecciones en Galicia, de entrada en otoño, como en Euskadi. Decíamos en plena campaña que los cambios políticos suelen llegar en dos tiempos, o en tres, pocas veces a la primera, y que el sudoku electoral podría llevar a callejones sin salida que solamente se podrán resolver en las urnas. En un país con un PP que sigue siendo primera fuerza, con corrientes subterráneas que nadie puede medir y con fuerzas políticas imbuidas en auténticos terremotos producidos al moverse las placas tectónicas de otros. Como telón de fondo ese 64 por ciento de aumento de familias coruñesas que tienen problemas para llegar a fin de mes, según señala el IGE en unos datos que recoge La Opinión A Coruña, una crisis demográfica galopante y la sensación de que la palabra debería  buscar alternativas a nuevas confrontaciones electorales que pueden llegar en cascada. La situación hace imprescindible que nuestros representantes dialoguen y lleguen a acuerdos. Sin líneas rojas. 

El recurso al ciudadano para el desempate debe ser una solución extrema. Hay que dejar reposar el debate y buscar acuerdos, por todas las partes. Es lo que toca. Os dejo el spot de campaña de la CUP, homenaje a París-Texas. Habla de una avería en una furgoneta, fallo del sistema, del núcleo irradiador.