Dicen los historiadores que cuando Francia estornuda toda Europa se constipa, y eso es lo que pasa en España con Cataluña. A nivel económico y de procesos sociales y políticos lo que pasa en Cataluña afecta al resto por acción u omisión, y abre caminos que luego andan otros territorios en muchas ocasiones por puro interés. Por primera vez en la historia el Parlamento de Cataluña tiene una mayoría absoluta de fuerzas independentistas con un programa independentista tras las elecciones de ayer. Eso es una realidad física, numérica e institucional. Por mucho que se hable del mayor o menor número de votos habrá un gobierno independentista en Cataluña con capacidad legítima para gobernar. Y hay que tenerlo en cuenta para seguir avanzando. De cara a las generales el PP se ha desfondado en esas elecciones de una forma clamorosa y sin remedio, nunca fue una fuerza importante en Cataluña pero ahora camina hacia la marginalidad y Ciudadanos se ha revelado como esa derecha moderna opción clara ante el PP. Podemos no ha exhibido esa naturaleza de motor de cambio que proclaman sus líderes, más bien al contrario y el PSOE ha mantenido el tirón dentro de sus dificultades. Un panorama nuevo con multitud de interrogantes y una realidad. Nada desde ayer debe ser lo mismo y todos tenemos una oportunidad para repensarnos como todo o como parte de algo. Galicia también. Interesante. A todo ésto… ¿dónde está Rajoy?

Llach, Viatge a Ítaca.