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sábado, 27 de abril de 2024 00:01h.

El menú de nuestros hijos en el comedor escolar ¿otro comedor es posible?

comedores escolares
comedores escolares

La sopa en estado de fermentación o los recipientes que se deshacen al calentar la comida aparecidos en los comedores escolares de Culleredo o Cambre son la noticia vergonzante estos días y nos obligan a hacer una reflexión. Los comedores escolares no deberían ser sólo el lugar donde quedan las niñas y niños tras las clases para comer hasta el momento en que podemos ir a recogerlos. Deben ser el lugar donde personitas en crecimiento se nutren y aprenden a comer. No deberían ser un negocio con coste a la baja. Deberían ser un servicio que garantizara calidad óptima y presentación razonable, porque ellas y ellos van a aprender de lo que estemos dispuestos a tolerar que se les sirva. Gestionar un comedor escolar es un buen negocio, incluso con niveles de calidad y cercanía. Si lo gestiona una gran empresa donde los niños son números que producen un beneficio, el negocio es desde luego mucho mayor. Pero corresponde a la administración velar porque la lógica del mayor beneficio no afecte a un servicio tal esencial y tan importante. La Xunta de Feijóo ha desmantelado en los últimos años los comedores del rural y ha establecido cátering previo concurso al mejor presupuesto. El resultado es comida que no reúne un mínimo de garantías, visto lo visto. Habría que invitar a los responsables públicos a comer los menús que sirven las empresas a las que adjudican estos servicios. Eso sería la prueba del algodón.  

Otro comedor es posible. Hay que trabajar e implicarse, eso sí.