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viernes, 17 de mayo de 2024 00:29h.

La lluvia, los incendios, las inundaciones, el sol precario y Meteogalicia

Uno de los afectados
Uno de los afectados

Somos agua y Galicia es lluvia. Y de nuevo ha llovido en agosto de forma impenitente. Más en A Coruña, abocada al Atlántico, dibujada en verde y gris con esa luz imposible que no existiría sin la lluvia. También ha llovido en París, Londres o Irlanda, que tienen más que ver en nuestra meteorología que Andalucía, por razones obvias que no es necesario explicar. Pero que llueva en agosto es imperdonable, porque no toca y cuando se habla de tener sol en este rincón del mundo somos avariciosos por pura supervivencia. Llueve y la situación supera la previsión y a veces la enmienda. La previsión de Meteogalicia lleva tiempo fallando más de la cuenta. Algo tendrá que ver la política de recortes y despidos de los últimos años. Debe seguir siendo la referencia para exigir su mantenimiento y mejora porque es la agencia meteorológica pública dependiente de la Xunta y sus rectores, desde la Consellería de Medioambiente, son los mayores responsables de estos fallos. Llueve pero Galicia se quema, ahora en el incendio de Cualedro, en Ourense donde hemos vivido una catástrofe sin paliativos. Una ley que permite que se negocie con el monte junto a los recortes de efectivos no son la mejor solución para hacer frente al fuego que ha vuelto a arrollarnos en este agosto raro. Llueve y Betanzos se anega tras décadas de dejaciones a la espera de las obras que permitan vivir menos expuestos a los vecinos del Mandeo. Eso no lo trae la lluvia, eso es pura dejación.

Chove en Santiago. Luar na lubre.