Los ganaderos anuncian tractoradas y han vuelto a tirar la leche por los suelos, para alertar de que por los suelos está el precio que les imponen las industrias. Y solamente tras las protestas la Xunta ha reaccionado y ha convocado a todos a una reunión para buscar puntos de acuerdo. La Consellería se compromete a realizar campañas de promoción sobre la leche en Galicia y a buscar un marco estable en cuanto a sus precios en origen, una demanda de años del sector que desatenció el gobierno de Feijóo, cuando había una solución encaminada ya por el bipartito. Tras años de esa labor de mediación, y tras los resultados de las municipales, alcaldes del BNG en la provincia y, algunos del Partido Popular como el de Curtis, han decidido apoyar a los miles de ciudadanos de sus concellos que siguen viviendo de producir leche. Los sindicatos agrarios, todos unidos, denuncian que las industrias pagan hasta un 60 por ciento menos de los 30 euros por litro necesarios para que su trabajo sea rentable. Es tal la potencia del sector lácteo en Galicia, que es más importante en el PIB que algunas de las grandes industrias en la mente de todos, a pesar de años de dejación administrativa. La marca Galicia sigue siendo una garantía de calidad cuando se habla de leche. Gracias a los propios ganaderos y a su esfuerzo y cooperación. De nuevo dan un golpe en la mesa y piden conciencia. A la Xunta y al consumidor ¿Hay alguien ahí?

Otra cosa es el modelo de Feiraco: Historia de una gran cooperativa.