La atención de emergencias es un servicio fruto de la civilización. No se nota que está hasta que se necesita. Los helicópteros, las ambulancias, deben estar ahí dispuestos a salir si son necesarios. En este servicio nadie mira el carnet o la cuenta corriente. Y que lo recorten nos afecta a todos. En medio de la crónica del dolor, hemos sabido que no hubo helicóptero para las víctimas del accidente del Rally de A Coruña a su paso por Carral porque el servicio ha sido recortado. Sólo hay helicóptero de ocho a ocho para el área de A Coruña, aunque haya luz hasta cerca de las diez en verano. Pero la Consellería de Sanidade de la Xunta de Galicia y la empresa adjudicataria se ahorran la nómina de un piloto y un copiloto a costa de la atención urgente. Llegar al lugar del accidente en Carral fue imposible para las ambulancias hasta casi media hora después de la desgracia a consecuencia del tremendo atasco. La CIG ha denunciado que los conductores de ambulancias se preguntaban dónde estaba el servicio de emergencias por aire viendo lo que tardaban en llegar. Una muestra más de los efectos de los recortes y sus consecuencias. Y de lo poco que importamos el ciudadano y la ciudadana a nuestros gestores públicos. A la Consellería de Sanidade que tiene el deber de velar por nuestra salud. 

Otro vídeo del accidente que circula por you tube. Se puede ver en Mundo Viral.