El proyecto alternativo sobre la fábrica de armas se tambalea. El Ministerio de Defensa ha suspendido temporalmente la actividad de producción de armas por motivos de seguridad. Una decisión que toma después de que la factoría se quedara sin el servicio de vigilancia debido a impagos por parte de la concesionaria, Hércules de Armamento. La empresa comunicará a los trabajadores hoy sus planes de futuro. La fábrica de armas, triste actividad necesaria en este mundo injusto, es un icono que habla, junto a Alcoa, de la crisis industrial sistémica que padece el área coruñesa. En un mundo en el que la industria, la producción de bienes de equipo, sigue siendo el motor económico del primer mundo. Con creación de empleo de calidad, I + D + I y, en el caso de la factoría coruñesa, con posibilidades de diversificación. Es vital porque es un icono de lo que no puede pasar. Falta de transparencia, mucho embrollo para una entidad con posibilidades de aportar valor en medio de la búsqueda de alternativas al ladrillo. Decía el alcalde Ferreiro ayer en una charla en el Club Financiero que hay que buscar otros modelos de crecimiento económico para no perder el tren como ciudad. Empresas tecnológicas, investigación y cultura frente a la receta de ladrillo, turismo y centros comerciales. Y la industria, la necesidad de no perder más batallas ahí, como base para caminar. Todo lo contrario de lo hecho en los últimos años. 

Vídeo corporativo de presentación del CITIC, el Centro de Investigación en Tecnologías de la Información y las Comunicaciones de la Universidade da Coruña.