El Complejo Hospitalario Universitario de A Coruña ha implantado el primer corazón artificial de Galicia a un vecino de Vimianzo de 38 años esta misma semana. Solamente 6 personas en España llevan un dispositivo similar y unas 7.000 en el mundo. Es un apoyo mecánico a su corazón y le ayuda a bombear su sangre a todo su cuerpo. Somos mecánica, además de física y química. Y somos seres complejos capaces de contemplar casos de corrupción que nos dejan el corazón helado, recortes que hacen saltar todas las alarmas y gestas científicas que nos confirman el valor de nuestra sanidad pública. Si algo tiene claro la gente es precisamente ese valor, la importancia de ese tesoro que permite que un vecino nuestro  que lo necesita y está en un protocolo que responde a variables absolutamente objetivas reciba un corazón artificial en una operación con un coste de 90.000 euros, 15 millones de las antiguas pesetas. Ese es el valor, la investigación y el avance que supone también, pero sobre todo la idea de que acceder a la atención médica especializada y del máximo nivel no depende de la situación económica y es un derecho de todos, y está en peligro. Ahora con restricciones a los inmigrantes que para muchos de nosotros son un motivo de vergüenza en medio de los recortes generalizados. Y es que nuestra sanidad aún es un milagro cívico construído por todos.

Corazón partío. Canción inmensa, Alejandro Sanz.