Hoy se constituye el Congreso de los Diputados en una legislatura diferente. Con una composición fruto de las elecciones más abiertas de la historia reciente. Con nuevas y viejas caras insufladas todas de una forma diferente de hacer. Serán esos diputados que hoy tomarán posesión los que votarán al próximo Presidente del gobierno. El grupo de En Marea sseguía pidiendo grupo parlamentario propio dentro de Podemos, como tuvo el PSOE en los ochenta dentro de su estructura federalista. El que lo tuviera o no, sabiendo ya desde el principio que habría que pasar por alto el reglamento del Congreso para conseguirlo, estaba dentro de las negociaciones para la formación del gobierno entre PSOE y Podemos. Y no ha sido así. Veremos qué pasa. Rajoy ayer volvió a lanzar un llamamiento de un pacto a la alemana, o algo así. Pedro Sánchez insiste en la necesidad de seguir un mandato de gobierno alternativo al PP, como lo hubo en el apoyo socialista a los nuevos alcaldes de los Ayuntamiento, caso de A Coruña por ejemplo. Pero todo es un sudoku, decimos estos días. El PSOE está pactando con el PP por ejemplo la composición de las mesas de Congreso y Senado. Lo mejor de esta legislatura, esa necesidad de diálogo, de consenso, de política, para todo. Con lo que el que gana, a pesar de los pesares, es el ciudadano medio. Nadie tiene poder absoluto. 

Sánchez apostaba por un pacto a la portuguesa a comienzos de semana aunque toco cambia por minutos.