El pleno del Ayuntamiento de A Coruña comenzaba ayer con 14 minutos de silencio en recuerdo de las 14 mujeres asesinadas por violencia machista desde su última sesión, hace un mes. Cumplía así con una de las mociones aprobadas en el pleno de octubre que obligaba a la Corporación a guardar un minuto de silencio por cada víctima que se produjera hasta que volviera a reunirse. Una medida clarificadora que habla de invertir tiempo, un tiempo precioso ante plenos interminables, en que se visualice el drama de las mujeres. Ni una más reza el lema de las feministas que convocaban macromanifestación este fin de semana en repulsa a los asesinatos machistas. No fue portada absoluta en el día después, aunque decenas de miles de personas recorrieron las calles de Madrid. En los últimos años se ha producido un recorte del veinte por ciento en políticas de igualdad, algo que tiene incidencia directa en el repunte de la violencia. La educación y el cambio de mentalidad son las medidas a medio plazo imprescindibles para dejar de contar que las mujeres morimos a razón de catorce al mes. Y en el momento, la protección y el cuidado. Solamente un pacto social en el que el estado esté dispuesto a dar la batalla contra los crímenes machistas puede cambiar esto. Con medios de comunicación, producción audiovisual, series, películas, escuelas e institutos volcados Se ha hecho en otros temas. Y este tiene que ver sin duda con la historia de todas nuestras vidas.

Los sobornados, Fritz Lang. Gloria Grahamme, en una escena fundamental en la historia del cine, fundamental para la reescritura de la imagen de la mujer.