Son los miembros de la Corporación actual tras su toma de posesión. La foto la publica hoy La Opinión. Es de Víctor Echave.

Las elecciones municipales son elecciones de candidatos. Pero en la nueva política todas las citas electorales dependen de las marcas y de los iconos mediáticos. Sobre todo lo que tiene que ver con los partidos emergentes, que en su novedad incluyen una promesa de regeneración y de cambio. Ahí el factor candidato local puede ayudar pero no es la clave fundamental. Aunque hay personas que son una marca en sí mismas porque no dejan a nadie impasible, a favor o en contra. Es el caso del Alcalde de Oleiros, Ángel García Seoane, que ha decidido traspasar fronteras con Alternativa dos veciños y presentar candidaturas en A Coruña, Culleredo y Arteixo. Su marca es también Oleiros, el municipio que gobierna. Pero en esta cita la marca general va a ser el referente y los votantes que quieran alejarse de las opciones más tradicionales buscarán la papeleta de Podemos y Pablo Iglesias, que está incluído en La Marea y no con vocación de liderazgo o de Ciudadanos y Albert Rivera, que finalmente sí se presenta en la ciudad. Igual que en el PP buscarán la seguridad de lo conocido y algo a Negreira, en el PSOE a los promotores de nuestro exiguo estado del bienestar o en el Bloque a quien se acuerde de Galicia, la gran olvidada. Marcas, modelos eslóganes para intentar explicar todo un juego del que depende nuestro destino como sociedad, ya lo estamos comprobando, y lo que dejaremos a nuestros hijos. No hay brillo para que todo dependa de los candidatos cercanos, estamos en otro proceso. 

El candidato, peliculón.