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sábado, 18 de mayo de 2024 00:02h.

Objetivo: silenciar Pumarín; un vistazo al Unión Financiera Oviedo Baloncesto

Carles Marco, entrenador debutante en LEB Oro pero con dilatada experiencia como jugador ACB (llegó incluso a enfundarse el uniforme de la selección española) y como asistente también en la máxima categoría, está viviendo su primera experiencia como primer entrenador en el Unión Financiera Oviedo Baloncesto con unos resultados más que satisfactorios, por el momento. En este arranque de temporada, el equipo asturiano presenta un balance de seis victorias y cuatro derrotas que le sirven para ocupar uno de los puestos de playoffs de ascenso.

Una de las claves de funcionamiento del equipo ovetense es su director de orquesta y auténtico termómetro del equipo, el catalán Ferrán Bassas, un base muy creativo (es el mejor pasador de la liga con un promedio de 6.7 asistencias) que también es una amenaza anotadora (40% de acierto en triples) y que, en este inicio liguero, está alargando el momento dulce que vivió la anterior campaña en la que se consagró como uno de los mejores jugadores de la competición en su puesto.

El excelente momento de forma del jugador formado en la Penya no tiene su contrapunto en el banquillo. Ahí, en la posición de base suplente, nos encontramos con el fiasco que supuso Justin Crosgile, que fue cortado después de cuatro jornadas de competición y con los continuos problemas físicos de Javi Marín. El joven base formado en el CAI Zaragoza apenas ha podido pisar las canchas hasta el momento.

Para suplir estas ausencias, en Oviedo han recurrido al concurso de Andrés Miso, un “combo guard” que no necesita presentación y que debutaba hace un par de jornadas en Pumarín ante el Quesos Cerrato Palencia. Miso se estrena en LEB Oro después de una dilatada experiencia de catorce temporadas en liga ACB, donde ha participado en más de 420 partidos. Se espera que, en el mes y medio que tiene de contrato, ayude al máximo a crecer al equipo alternando las posiciones de base y escolta.

Tras el corte del jamaicano Crosgile, y antes de la incorporación de Miso, el Oviedo Baloncesto sorprendió con el fichaje de Zaid Hearst, cuando casi todos esperábamos la contratación de un base. Y es que Hearst es un escolta muy físico que basa su juego en las penetraciones a canasta y que ayuda mucho en el rebote en ambos aros, pero no está en condiciones de dirigir una nave en una categoría tan exigente como la LEB Oro.

El escolta Víctor Pérez es un jugador especializado en el lanzamiento de tres puntos. Un jugador imparable cuando coge la racha. Sirva como ejemplo de su peligrosidad la actuación del pasado curso en Riazor, donde anotó seis triples de once intentos.

Otro especialista es Agustín Prieto, si bien la tarea que tiene encomendada el argentino adoptado por la parroquia ovetense es bien diferente a la del andaluz. Prieto es el encargado de cambiar el rumbo del partido a través de la defensa, un “perro de presa” que no está contando demasiado en los planes de Carles Marco, aunque siempre es importante en el vestuario.

El alero Jordan Swing se ha convertido por méritos propios en una de las sensaciones del primer tercio de competición en la LEB Oro. Poco ha tardado este “hombre orquesta” estadounidense en hacer olvidar a Álvaro Muñoz a los bulliciosos aficionados ovetenses. Se trata de un jugador polivalente, capaz de anotar de todas las maneras imaginables, rebotea, asume por momentos la dirección, asiste, defiende…

A punto de cumplir los 40 años, el jugador más veterano de los astures es Diego Sánchez. Marco suele hacerlo jugar de cuatro moderno, abriendo el campo para amenazar con su buena puntería desde las esquinas. Cuando ocupa la posición de tres, puede postear ante defensores de menor envergadura y aporta mayor solidez al colectivo en el rebote.

Tras una decepcionante experiencia en el Breogán, el holandés Kevin Van Wijk regresa a Oviedo para recuperar el nivel de su primera experiencia en la capital asturiana. Jugador muy fiable en la pintura, es un correcto reboteador. Además, no conviene dejarlo sólo en el triple, donde acredita un porcentaje de acierto superior al 40%.

El otro ala pívot del conjunto ovetense es el gijonés Fernando Fernández, un cuatro móvil, que crea peligro de fuera hacia dentro o lanzando desde el perímetro. Está mostrando muchas ganas de agradar en su primera temporada en la categoría.

Donde muestra cierta debilidad este Unión Financiera es en el puesto de cinco, donde no cuentan con un jugador duro que cierre el camino al aro. Dan Trist es un buen jugador de ataque, con buena mano desde media distancia y que saca gran rendimiento en el juego de espaldas al aro. No es un jugador demasiado físico ni intimidador en defensa (no ha colocado ningún tapón en las diez primeras jornadas de liga), ni destaca por ser un gran reboteador.

El otro cinco del equipo es el coruñés Mario Cabanas, que apenas ha podido disputar 46 minutos de juego en lo que va de temporada debido a sus constantes problemas físicos. El gallego es un cinco muy hábil en el rebote ofensivo que dispone además de un par de movimientos muy efectivos para anotar en la zona rival. Sin embargo, en defensa es un jugador demasiado contemplativo e inconsistente, como dejó patente en su etapa en el Leyma Básquet Coruña.

Vista la plantilla del OCB, nos encontramos con un grupo de jugadores ofrece una gran versatilidad, con varios especialistas en facetas muy concretas del juego y otros capaces de alternar varias posiciones en la cancha y de hacer muchas cosas interesantes. Marco opta por otorgar a los jugadores casi el total protagonismo, sin olvidar la táctica y los esquemas, por supuesto, pero dejándoles mucha libertad en la toma de decisiones, quizá porque tiene bastante reciente su pasado como jugador. Por ello, el equipo del Principado despliega un baloncesto muy atractivo para el espectador. Si el último rival del Leyma Básquet Coruña era peligroso en los lanzamientos triples, el equipo asturiano lo es más, pues son el equipo de la liga que más usa y abusa del lanzamientro de tres puntos. El 46% de sus tiros de campo se producen desde más allá de la línea de 6,75 m. Si el equipo coruñés tuvo muchas dificultades para defender a los tiradores del Cocinas.com en Riazor, veremos cómo afronta el reto de anular el perímetro ovetense. Esperemos que la cita del pasado sábado haya servido de aprendizaje y no se repitan los aciertos triples que tuvo el equipo riojano en el último cuarto.

Si tiene un punto débil este Unión Financiera Baloncesto, ese es el control del rebote y la defensa en la pintura. Viendo el estado de forma que están atravesando Beqa Burjanadze y Sergio Olmos, todo apunta a que el Leyma Básquet Coruña puede sacar, una vez más, mucho rédito de su dupla interior.

No quiero acabar esta entrada sin mencionar el “efecto Pumarín”. La pequeña cancha en la que disputa sus partidos como local el equipo del Principado viene siendo un auténtico fortín en las últimas temporadas y este año no lo es menos. En los cinco partidos que ha disputado allí, el OCB ha conseguido cuatro victorias y una sola derrota, peleada hasta el final, ante el todopoderoso Quesos Cerrato Palencia, líder de la categoría. El Leyma Básquet Coruña tiene ante sí el complicado reto de doblegar a un muy buen equipo y también el de enmudecer a toda una afición.