Cuando, después de tres ascensos frustrados por no haber podido afrontar el pago del canon abusivo impuesto por la ACB, el C.B. Tizona Ford Burgos anunció su desaparición como equipo, a la FEB le entraron los remordimientos y decidió mantener a la ciudad de Burgos en la LEB Oro a toda costa. La segunda categoría del baloncesto español no podía permitirse perder una plaza clásica y con una masa social importante como tradicionalmente ha sido la ciudad castellana, así que las mentes pensantes de la federación aceptaron la inscripción de un club de nuevo cuño y construido en apenas quince días, el C.B. Miraflores, que cuenta con el patrocinio de la Inmobiliaria San Pablo, en la competición. Una auténtica chapuza que vino acompañada por la aceptación en esta misma categoría del filial del F.C. Barcelona, un equipo que compitió en LEB Plata la pasada campaña y al que le costó mantener la categoría (de bronce) en el parqué. Un esperpento que en un primer momento sacó los colores a más de uno pero que, a la larga, parece haberles salido bien, pues la segunda categoría del baloncesto español cuenta esta vez con dieciséis equipos y promete ser la edición más atractiva y disputada de los últimos años. Eso sí, con varios clubes que se sienten, con motivo, agraviados, aunque ya nadie parece prestar oídos a este asunto.

Pero hablemos del rival del Leyma Básquet Coruña para la sexta jornada de liga desde el punto de vista meramente deportivo. El Inmobiliaria San Pablo configuró su organigrama y plantilla en tiempo récord. Los mandos de la nueva nave, a estrenar, se los confiaron -¡oh, casualidad!- a Andreu Casadevall, entrenador del Autocid Ford Burgos desde el año 2008. Casadevall es un clásico de nuestro baloncesto, un entrenador que ha demostrado en los últimos años su sabiduría. Sus equipos suelen empezar flojos y van elevando su nivel competitivo a medida que avanza la competición, y siempre llegan muy fuertes al tramo final, donde su experiencia y rigor táctico los convierte en un enemigo temible.

Para esta andanza en LEB Oro, Casadevall cuenta con diez intrépidos aventureros. Para la dirección de juego, una pareja de bases de características muy diferentes. Augustas Peciukevicius está siendo el jugador más utilizado por el técnico colomense. Se trata de un base lituano que marca diferencias a partir de su calidad y de su envergadura. Es buen pasador pero su lanzamiento de media y, sobre todo, larga distancia, no es del todo fiable. Para dar relevo a Peciukevicius, el equipo burgalés fichó a Roger Vilanova, un jugador rápido y creativo formado en las categorías inferiores del Joventut de Badalona que destaca por su velocidad y facilidad para generar juego en transición y en situaciones de uno contra uno y dos contra dos, si bien en estas primeras jornadas no está ofreciendo el nivel mínimo exigible para un jugador de esta liga.

El austríaco Anton Maresch es el único jugador de la plantilla que estaba a las órdenes de Casadevall en Burgos el pasado curso. Maresch es un escolta todavía joven con una envidiables condiciones físicas, un anotador de rachas que ha mostrado su compromiso con el proyecto y que está ejerciendo de líder en la cancha. El otro escolta del equipo es el experto Rafa Huertas, un jugador contrastado, con experiencia ACB, que está llamado a ser referente en este grupo, aunque una lesión le impidió hacer la pretemporada y su estado de forma está todavía muy lejos de ser el idóneo.

C.B. Miraflores dispone de dos aleros altos de calidad que pueden marcar diferencias. Justas Sinica disputó la pasada temporada la Euroliga con el Neptunas Klaipedia lituano, por lo que se espera mucho de él. Es alto y fuerte, por lo que suele generar ventajas cerca del aro, tiene buena muñeca desde lejos y ayuda mucho en el rebote en ambos aros. Edu Martínez, por su parte, ya demostró el pasado año, en el que consiguió el ascenso con el COB, que es una amenaza constante desde detrás de la línea de tres puntos.

Para la posición de cuatro, el equipo burgalés apostó sobre seguro. Del Montakit Fuenlabrada de la Liga Endesa ficharon a Javi Vega, un ala pívot con pasado en las categorías inferiores de la selección nacional, que destaca por realizar un trabajo incansable en la pista. Un jugador con personalidad que aporta en todas las facetas del juego pero que destaca sobre todo por lo que no se ve, los famosos intangibles, aunque también es capaz de marcarse partidos de alta valoración, como demostró en la segunda jornada de liga, ante el Planasa Navarra. Si Javi Vega es un jugador de carácter, qué decir de su compañero Roger Fornás. Fornás es todo garra y pundonor, pelea bajo los aros condimentada con dosis de acierto desde el exterior.

Finalmente, dos pívots croatas cierran el plantel del Inmobiliaria San Pablo. Filip Toncicic se proclamó el pasado ejercicio máximo anotador de la liga croata y se está convirtiendo en una de las sensaciones del arranque de la temporada en la LEB Oro. Es el jugador más valorado de los castellanos y destaca por su movilidad para el tamaño que tiene y por la facilidad para anotar canastas en situaciones diferentes: al poste bajo, lanzando de media y larga distancia, finalizando un contraataque, etc. Le acompaña Matija Poscic, un pívot puro que está destacando en el rebote ofensivo y que ya cosechó el galardón de MVP de la tercera jornada de liga.

En definitiva, C.B. Miraflores es un equipo que todavía se encuentra en fase de construcción pero que tiene unos cimientos bastante sólidos (entrenador experto, jugadores de calidad) que dejan entrever, pensando sobre todo en el segundo tramo de competición, un techo de rendimiento bastante elevado.