Buscar
sábado, 18 de mayo de 2024 18:27h.

Duelo por la supervivencia: recibimos al Cáceres Patrimonio de la Humanidad

Después de una agónica derrota sufrida en la prórroga en la candente cancha de Pumarín, el Leyma Básquet Coruña vuelve a casa herido para afrontar un nuevo compromiso clave, el que le enfrentará al Cáceres Patrimonio de la Humanidad, un clásico del baloncesto de este país que regresa a la Adecco Oro después de dos temporadas en LEB Plata de la mano de un entrenador de la casa, Ñete Bohígas.

El pasado fin de semana, el equipo extremeño puso fin a una aciaga racha de seis derrotas consecutivas con una meritoria victoria ante uno de los equipos punteros de la LEB Oro, el Club Melilla Baloncesto. El conjunto cacereño había empezado muy bien la temporada pero los problemas físicos de su director de juego, José Antonio Marco Gaona, unidos a otros contratiempos, estos de tipo personal, del pívot Tautvydas Slezas afectaron al rendimiento del equipo y dieron al traste con un inicio prometedor. Y es que el los extremeños son un equipo sin estrellas, un grupo en el que todas y cada una de sus piezas son importantes, por lo que no se pueden permitir que una de ellas falle o rinda por debajo de su nivel. A pesar de todo, y aunque todavía tiene próximos los puestos de descenso, el Cáceres suma una victoria más que el Básquet Coruña, por lo que su arranque de curso puede calificarse de suficiente.

Una de las claves que explica el gran comienzo que protagonizó el Cáceres Patrimonio de la Humanidad es la apuesta por la continuidad de un bloque que se conoce a la perfección y que ya el pasado año dio muchas alegrías a su afición. A las órdenes de Ñete Bohígas continúan siete jugadores que fueron la base del ascenso:

José Antonio Marco es un base pequeño de estatura pero gran director y asistente. A pesar de que es todavía joven, Marco es un jugador con mucha experiencia en todas las categorías del baloncesto español (incluidas dos temporadas en liga ACB) y es el líder del grupo. Esta temporada le está costando encontrar su mejor versión debido a problemas físicos y el equipo se resiente. Su baja cifra de asistencias es ilustrativa de su estado de forma.

Guillermo Corrales es el “tercer base” del equipo, un jugador de veinte años de edad que intenta aprovechar cada minuto de juego (no dispone de demasiados) aplicándose con intensidad.

También continúa en el equipo extremeño su capitán, Luis Parejo, héroe del ascenso y también de la última victoria ante Melilla con su carácter y sus triples. El andaluz es un escolta muy completo que progresa campaña a campaña y que no duda en asumir la responsabilidad en los momentos más difíciles.

Añaterve Cruz. Con pasado en LEB Plata en el Leyma Básquet Coruña, el alero canario ha mejorado bastante el lanzamiento exterior, siendo ya una verdadera amenaza desde el perímetro.

Llamado a ser una de las referencias exteriores del equipo, Ben Mockford está rindiendo por debajo de lo esperado en la que es su segunda experiencia en Cáceres (el pasado curso abanadonó el equipo mediada la temporada por problemas personales). Se trata de un escolta británico con estatura de base, buen manejador de balón y, en esencia, un anotador.

Rolandas Jakstas se ha confirmado como el mejor jugador del equipo, multiplicando las prestaciones que había ofrecido el pasado ejercicio en LEB Plata. Se trata de un ala pívot muy polivalente que ofrece gran cantidad de soluciones (de ataque y también defensivas) sobre el parqué.

Finalmente, Mansour Kasse es el séptimo jugador que repite con respecto al pasado ejercicio en Cáceres. Kasse es el cuarto jugador interior en la rotación de Ñete Bohígas. Es un pívot de corte muy físico que tiene reservadas labores de intimidación y que en ataque pasa prácticamente desapercibido.

Para completar la plantilla, el Cáceres Patrimonio de la Humanidad se reforzó con tres jugadores con experiencia en la competición y con un “rookie” que apunta muy alto:

Álvaro Frutos es un base experto, sobrio, con buen físico y aceptable tiro exterior que ha tenido muy mala suerte en el pasado con las lesiones, lesiones que cortaron de raíz su progresión. En Cáceres afronta el reto de completar una temporada sin percances físicos y de demostrar que la categoría no le queda grande.

El veterano del equipo es Sergio Pérez Anagnostou. Pérez es un alero alto de 36 años con muchísima experiencia. Peligroso desde el triple (esquinas), puede alternar las posiciones de tres y de cuatro creando desajustes en las defensas rivales.

Doscientos doce centímetros convierten a Víctor Serrano en el techo del equipo verdinegro. Formado en la cantera del Estudiantes, el pívot madrileño jugó la última campaña en el Prat donde ya demostró que es un jugador solvente en el rebote y que aporta mucha presencia en la zona.

Nuevo en la liga es el lituano Tautvydas Slezas. Un espectacular arranque de temporada nos descubrió un diamante un bruto, un pívot grande capaz de hacer de todo, desde jugar en el poste bajo, hasta lanzar triples, dominar el rebote o incluso repartir pases de fantasía. Problemas de tipo personal explican el enorme bajón sufrido en su rendimiento en las últimas jornadas, que coinciden con la crisis de resultados del equipo extremeño.

Como decía al principio, estamos ante un grupo sin jugadores referencia o estrellas consolidadas. Lo que en determinados momentos es un hándicap para el equipo -¿quién se la juega en los momenos calientes?, ¿qué jugador se echa el equipo a la espalda?- se ha convertido en una fortaleza pues, por una parte, el rival no puede centrar toda su atención o vigilancia en uno de sus jugadores y, por otra, la implicación y el rendimiento de unos jugadores que se saben importantes está asegurada.

Será muy importante en esta ocasión el trabajo de los jugadores del Básquet Coruña a la hora de cerrar el rebote defensivo y de trabajar también el rebote de ataque. Cáceres es el equipo que captura más rebotes ofensivos en esta LEB Oro, cuenta con jugadores grandes y fuertes, pívots sólidos en la pintura, buenos reboteadores, que se lo pondrán difícil a Olmos, Beqa y compañía.

Ante un rival como este, veremos si no echamos en falta un pívot más en la rotación del equipo naranja. La marcha de Orlov ha dejado al equipo coruñés corto de efectivos en la zona. Olmos, Burjanadze y Zyle (con la posible y puntual aportación de Abia en el puesto de cuatro) han de repartirse los minutos y la responsabilidad, por lo que cualquier percance físico o problema de faltas personales de alguno de estos jugadores puede generar un agujero en la pintura difícil de llenar. Ha llegado el momento de plantearse si el club debe (y puede) acudir al mercado en busca de una solución que aporte una mayor consistencia en el juego interior y profundidad al banquillo.

Otro aspecto que puede marcar el devenir del choque que enfrentará a Leyma Básquet Coruña y Cáceres Patrimonio de la Humanidad será el de las pérdidas de balón y control del ritmo de partido. El equipo local debe controlar sus pérdidas de balón sin renunciar a su identidad. El equipo coruñés necesita correr y llevar el partido a una alta anotación, pues el Cáceres no destaca por su producción ofensiva (con un 40% de acierto en tiros de campo es el segundo peor equipo de la LEB Oro) pero dieciséis pérdidas de balón (ese es el promedio hasta la fecha de los de Tito Díaz) se antojan demasiadas para afrontar con garantías de éxito un partido ante un rival que está por encima en la tabla clasificatoria.

Una derrota situaría al Básquet Coruña a distancia de dos victorias más “average” del equipo extremeño y lo hundiría en los últimos puestos de la clasificación, haciéndonos olvidar definitivamente objetivos más ambiciosos. Esta situación convierte este duelo en un choque trascendente, una lucha por la supervivencia, de la que esperemos el equipo de nuestra ciudad salga con vida.