El baloncesto es un juego que, en muchas ocasiones, se decide por pequeños detalles. El pasado sábado el Leyma Básquet Coruña cayó derrotado en el Polideportivo de Son Moix a pesar de haber dado la cara en todo momento y de haber anotado más de ochenta puntos.
Y es que el choque del sábado fue una de esas ocasiones en las que los detalles marcan diferencias. Así fue, al menos, en los últimos minutos de partido: un contraataque de Sergio Olmos que terminó en canasta pero que fue invalidado por pasos del alicantino, un rebote ofensivo que capturó Uriz, base rival y jugador más bajo de los mallorquines, un triple de Adrián Médez que entró después de coquetear repetidamente con el aro, una innecesaria falta en ataque de Beqa Burjanadze…
Leyma Básquet Coruña aceptó el guante que le tendió por Palma Air Europa y entró en el juego que propusieron los isleños, el del baloncesto ofensivo y el intercambio de canastas, terreno propicio para que jugadores de la calidad de Ricardo Guillén, Edu Durán o Mikel Uriz impusieran su ley. Sólo en el tercer parcial, que terminó con empate a 16, el equipo de Tito Díaz consiguió controlar el caudal anotador de los insulares.
En este escenario, los de Ángel Cepeda se mostraron muy cómodos y seguros, tanto en el control del balón (repartieron 22 asistencias y sólo cometieron 7 pérdidas de balón) y en el lanzamiento exterior (anotaron catorce triples con un 44% de acierto).
Pero no sólo los detalles decidieron el partido del fin de semana, otras “pequeñeces” están marcando el devenir del inicio de temporada del conjunto naranja. De algunos de estos detalles (feroz calendario e inoportunas lesiones) ya hemos hablado en ocasiones pasadas, otros los vemos a continuación:
-Resulta complicado ganar partidos cuando el equipo rival consigue altos porcentajes de acierto de cara al aro. En alguna ocasión podría suceder que el contrincante “haya tenido su día” pero cuando la circunstancia se repite hay que empezar a dudar del trabajo defensivo realizado. En sus cuatro derrotas, el Leyma Básquet Coruña ha permitido a sus rivales porcentajes del cincuenta por ciento en tiros de campo. En esos cuatro desafortunados choques, le endosaron un total de cuarenta triples con un 42,11% de acierto. En su única victoria, el equipo naranja sí mostró un buen nivel defensivo, pues dejó al Breogán en un pírrico 31,82% de acierto en tiros de campo.
-Los problemas de faltas de Sergio Olmos se están convirtiendo en un hecho recurrente que está condicionando el arranque de los partidos del Leyma Básquet Coruña. En tres de los cinco partidos que llevamos disputados, el pívot alicantino ha visto cómo le señalaban dos faltas personales en el primer cuarto de juego, lo que ha condicionado sus minutos en el parqué y, sobre todo, su intensidad defensiva sobre el pívot rival.
-Cuatro jugadores están asumiendo la producción ofensiva del conjunto coruñes. Burjanadze, Olmos, Ben Stelzer y Zach Monaghan se combinan para sumar el 70,88%  de los puntos del equipo y el 77,45% de la valoración del equipo naranja. Se espera la aportación de determinados jugadores que apenas están apareciendo y la recuperación de Jesús Castro para diversificar un poco las opciones ofensivas del equipo.
-Aportación de Zyle y Orlov.  Gediminas Zyle fue, junto a Olmos, el jugador que mejores sensaciones dejó en pretemporada: un ala-pívot alto, móvil, con buena mano, que podía ser irregular pero que era muy difícil de defender para los rivales. Pero ya empezó la temporada, se han disputado cinco partidos, y Zyle sigue sin aparecer. Sus números están muy por debajo de lo esperado y su calidad no se deja ver ni a cuentagotas. El caso de Volodymyr Orlov es diferente: un pívot joven e inexperto que todavía está en período de formación pero que poco a poco debería de hacer valer sus ganas y su potencial para ir produciendo en ataque y, sobre todo, en el rebote. Sin embargo, el ucraniano apenas promedia una captura por partido, una cifra muy deficiente para un pívot. De la progresión de esta pareja dependen, en gran medida, las aspiraciones del conjunto herculino.