Dicen que tenemos que conocer nuestra historia para no repetir los errores del pasado. Por lo visto hasta el momento, el Leyma Básquet Coruña no ha aprendido nada en estas jornadas de liga, pues una y otra vez comete los mismos fallos. El domingo, ante Peñas Huesca, presenciamos un capítulo más de esta novela de inseguridad y de miedo a perder que están protagonizando los coruñeses. ¿O diría mejor de miedo a ganar? 
Vimos treinta minutos de buen juego, de ventajas cómodas en el marcador, y un último parcial en el que reaparecieron los fantasmas de la derrota: los jugadores se ponen nerviosos, toman malas decisiones, encajan un parcial en contra y ven esfumarse su ventaja, hasta que el rival se coloca por delante en el marcador y celebra una victoria que pocos minutos antes percibía tan lejana. Otro duro golpe en la moral.
Con doce puntos por debajo del marcador y a falta de sólo diez minutos para el término del encuentro, Quim Costa apostó por alinear a sus dos bases al mismo tiempo, recurso que no había empleado en los tres primeros actos y que, a la postre, resultaría decisivo. Lluis Costa y Christian Díaz se encargaron de manejar el partido a su antojo. Elevaron el nivel de presión e intensidad defensiva y asumieron la responsabilidad en ataque, hallando además el acierto en el triple que el equipo oscense no había encontrado en todo el choque. Al contrario que a los jugadores locales, a esta joven pareja de bases no les pesó la responsabilidad ni les tembló el pulso, sino que se encontraron a sus anchas en el momento de la remontada y del final igualado, sus errores, que los hubo, se pueden contar con los dedos de la mano.
También el trabajo de Gabas Maldunas fue importante en ambos lados de la cancha. El ala pívot lituano se encargó de anular a Beqa Burjanadze, colocó buenos bloqueos para sus compañeros, atacó con agresividad el rebote ofensivo bajo el aro local y aprovechó a la perfección cada oportunidad que se le presentó para sumar puntos y hurgar en la herida abierta que ya se podía percibir en la carne de los locales.
Para darnos cuenta de la relevancia de estos tres actores en el partido, aportaré dos datos. En primer lugar, Costa, Díaz y Maldunas se combinaron para anotar 31 de los 33 puntos que consiguió el equipo oscense en un último cuarto que resultó funesto para el Leyma Básquet Coruña. Además, sumaron 71 de los 84 créditos de valoración totales del Peñas Huesca a lo largo del partido (la hoja de estadística refleja que todo el Leyma Básquet Coruña sumó 65 créditos de valoración).
No sé si el profesor ha perdido la mano o si los alumnos no se están esforzando los suficiente para aprender la lección y aprobar algún examen, o sea, ganar algún partido. El equipo está muy tocado mentalmente, precisa ayuda psicológica. Tito Díaz mantiene el discurso positivo y reclama el apoyo de la afición, algo perfectamente comprensible, pues conoce el estado de sus jugadores y sabe que los reproches sólo generarían mayor ansiedad.
El CB Prat, próximo rival de los coruñeses, no se encuentra en mejor situación que los nuestros pero, a pesar de ocupar plaza de descenso, no tiene la presión de los resultados. Su misión es formar jugadores, jugadores de calidad que en un futuro cercano reforzarán (algunos ya lo hacen) al equipo al que están vinculados, el FIATC Joventut, por lo que no dudarán, si la oportunidad se les presenta, en hacer leña del árbol caído.