1) Le día anterior ponemos el bogavante en el frigorífico para que se descongele lentamente. Lo partimos a la mitad (a lo largo) y lo ponemos en una pota grande con 2 litros de agua y una cucharilla de sal gruesa. Lavamos los langostinos, les cortamos las antenas y los añadimos también a la pota, junto con las rodajas de merluza y salmón también lavadas en agua fría. Finalmente agregamos a la pota el aceite de oliva y el pimentón dulce.

2) Ponemos la pota tapada al fuego y cuando empiece a hervir, la dejamos cocer durante 25 minutos a fuego lento. La retiramos del fuego y dejamos que se enfríe un poco.

3) Colamos el caldo y lo reservamos, y el resto de los ingredientes, los limpiamos de cáscaras, pieles y espinas, y desmenuzamos toda la carne del bogavante, los langostinos, la merluza y el salmón. Lo añadimos todo al caldo, lo volvemos a calentar y lo servimos en platos hondos con un poco de huevo cocido picado finamente por encima.

NOTA: Tiene que quedar un caldo suelto, no espeso. Si no es así, le podemos añadir un poco más de agua hirviendo hasta obtener una textura al gusto.

PULPO CON PATATAS AL PEREJIL

1) Pelamos las patatas, las cortamos en rodajas gruesas y las cocemos en una cazuela con agua hirviendo, con una cucharada rasa de sal gruesa y una hoja de laurel, durante unos 12-15 minutos hasta que las patatas estén cocidas y enteras. Las retiramos con una espumadera y en el mismo agua hirviendo echamos el pulpo, lo dejamos durante 3 minutos y lo retiramos bien escurrido.

2) Ponemos las patatas cubriendo el fondo de una fuente redonda, encima repartimos el pulpo troceado con unas tijeras y lo aliñamos todo con el pimentón picante, sal gruesa y aceite de oliva virgen-extra. Finalmente espolvoreamos por encima el perejil muy picado.

3) Como nota diferencial a una receta de “Pulpo a Feira”, podemos acompañar este plato con unos pimientos fritos (rojo y verde), cortado en tiras, escurridos del aceite y sazonados con sal Maldon.

1) La noche anterior tamizamos la harina en un bol con una pizca de sal y 225 gr. de mantequilla fría. Lo removemos y trabajamos con las manos hasta conseguir una mezcla arenosa. Añadimos 60 ml. de agua helada y seguimos arrasando hasta que se despegue de los dedos (añadimos más harina, si fuera necesario). Formamos dos bolas de masa del mismo tamaño, las envolvemos en un film de cocina y las dejamos reposar en la nevera durante un mínimo de 12 horas.

2) Extendemos una parte de la masa sobre una superficie enharinada y forramos con ella un molde redondo desmontable. Pelamos las manzanas, las descorazonamos, las cortamos en láminas y las mezclamos con el zumo de limón, 50 gr. de azúcar moreno, la canela y una pizca de sal. Vertemos esta mezcla en el molde y añadimos unos daditos de mantequilla.

3) Tapamos la tarta con la otra masa estirada, hacemos unos cortes en la superficie y la pintamos con una mezcla de huevo y nata batidos. Espolvoreamos por encima un poco de azúcar y metemos la tarta al horno ya caliente a 200º C durante 10 minutos, y a 175º C durante otros 15 minutos más. La dejamos templar y la desmoldamos.