1) Pelamos los langostinos y reservamos las colas. Las cabezas las guardamos también para utilizarlas aparte haciendo una salsa o una crema.

2) Calentamos una cucharada y media de aceite de oliva en una sartén amplia y doramos el ajo pelado pero entero. Cuando esté dorado lo retiramos de la sartén y añadimos el zumo de limón y la ralladura.

3) Añadimos a la sartén las colas peladas de los langostinos, les ponemos sal al gusto y las freímos durante 1 ó 2 minutos con la sartén tapada, hasta que cojan color.

4) Cortamos cada loncha de salmón marinado por la mitad, y envolvemos en cada parte una cola de langostino. Las ponemos ordenadamente en una fuente de servir y las regamos con la salsa que nos queda en la sartén. Espolvoreamos por encima un poco de perejil picado.

1) El día anterior ponemos a remojo los garbanzos. Picamos las verduras finamente (puerros, cebolleta, ajos, zanahoria y calabacín) y las rehogamos en una pota con el aceite. Cuando la cebolleta esté blanda (6 minutos), añadimos las costillas troceadas y lo mezclamos todo.

2) En un mortero machacamos los ajos pelados y troceados con media pastilla de caldo, los clavos, las bolitas de pimienta y una pizca de sal. Añadimos el majado a la pota junto con los cominos.

3) Dejamos cocer todo un par de minutos removiendo frecuentemente y agregamos una cucharilla de pimentón dulce y las hebras de azafrán. A continuación añadimos un litro y medio de agua hirviendo con la otra media pastilla de caldo. Finalmente, agregamos los garbanzos escurridos y cuando empiece a hervir, tapamos la pota y lo dejamos cocer durante una hora y cuarto a fuego lento. Cuando estén cocidos los garbanzos, apartamos la pota del fuego y dejamos reposar el potaje durante 10 minutos. Lo servimos a continuación.

1) Ponemos en un bol los huevos, las natillas, el azúcar, la harina, la levadura, el aceite y el flan en polvo. Lo batimos todo con las varillas hasta formar una crema homogénea.

2) Untamos una bandeja de horno con mantequilla y harina, y vertemos en ella la crema que hemos preparado. Introducimos la bandeja en el horno ya caliente a 170 grados C. durante unos 50 minutos. Pinchamos el bizcocho con una brocheta de madera y cuando salga seca, ya estará en su punto.

3) Lo sacamos del horno, lo dejamos enfriar un poco (no del todo) y lo desmoldamos con cuidado de no romperlo. Espolvoreamos por encima un poco de azúcar glass.

4) Lo podemos servir acompañado de un par de cucharadas de mermelada de albaricoque.