Un trabajador que ha sido despedido tiene que esperar actualmente hasta cinco meses, como mínimo, para poder cobrar la indemnización que le corresponde. El retraso en el cobro de las nóminas pendientes llega a alcanzar,también como mínimo, los nueve meses. Estos son tan solo dos ejemplos del colapso en el que se encuentran los juzgados de lo social de A Coruña, según estadísticas oficiales.El Fondo de Garantía salarial, FOGASA, está tardando más de un año en resolver expedientes sobre las prestaciones del desempleo de trabajadores pertenecientes a empresas que se han declarado insolventes. Esta es una realidad que hoy han reflejado los representantes de los tres sindicatos mayoritarios en el debate de El Coruñés Opina sobre El Primero de Mayo y los efectos de las reformas laborales. El paro sigue siendo una sangría que, en el caso de la comarca de A Coruña alcanza los 22 desempleados diarios desde que se inició el año, según han denunciado las centrales sindicales. Por UGT, el secretario de la Federación de Servicios Públicos, Iago de Ron, ha afirmado que al albur de las reformas, muchos empresarios implantan condiciones laborales propias de la"esclavitud". El secretario comarcal de CC.OO., Demetrio Vázquez, ha rechazado el permanente mensaje del gobierno sobre la existencia de "brotes verdes" que auguran una progresiva salida de la crisis. Ha incidido Vázquez en que se sigue destruyendo empleo y en el "terrible" número de hogares en los que no hay ningún ingreso. Por la CIG, su secretario comarcal, Xabier Filgueira, ha declarado que las reformas laborales han dejado "un regueiro de resultados desastrosos e ruinosos".

La Asociación de Jóvenes Empresarios de A Coruña, con su presidente, oscar Valcuende, al frente, vislumbra algunas señales positivas, aunque reconoce que la situación sigue siendo grave. AJE sostiene que "hemos tocado fondo".
Otro dato que nos deja la crisis: Un 32´57% de gallegos y gallegas de entre 30 y 34 años que se habían independizado,han tenido que volver a casa de sus padres por falta de trabajo, según el Instituto Galego de Estadística. En la provincia de A Coruña, la tasa es de un punto más.