El maquinista del tren que descarrilaba en Santiago, vecino de A Coruña, sigue detenido en el hospital pendiente de que la policía le tome declaración. Aún no ha pasado a disposición judicial. Fuentes de la investigación han confirmado que el tren iba a 190 kilómetros por hora cuando se produjo el accidente. El sindicato de maquinistas insiste en que en la curva donde se produjo el siniestro, a pocos kilómetros de Santiago, no existe el dispositivo de seguridad que frenaría directamente el tren si la velocidad no se acomoda a la vía. La instalación termina poco antes. En otros puntos del AVE este sistema está instalado en toda su longitud e incluso en líneas de cercanías en alguna comunidad autónoma.

El Presidente de la asociación de amigos del ferrocarril José Antonio Sangil, señala que ese sistema se está instalando aún a nivel europeo y es comprensible que no esté habilitado en las cercanías de una estación. No encuentra explicación racional a la velocidad que mantenía el maquinista con 30 años de experiencia y conociendo la línea.

El sistema Asfa cuenta con unas balizas emiten una señal que avisa de exceso de velocidad, pero no actúa sobre la máquina. El sistema que se está implantando ahora y está en buena parte del recorrido de la línea, frena el tren en caso de exceso de velocidad con independencia de lo que haga el maquinista.