Vivimos el día después del desalojo de la vivienda de Álvaro, su hijo y su madre Isabel, de 71 años en San Vicente de Elviña. Han pasado la noche en casa de unos familiares y no saben si podrán contar con la vivienda social que les ofreció el Ayuntamiento in extremis esta semana. Álvaro Corral que dice que aún escucha los gritos de apoyo de ayer dentro de su cabeza.

Cuatro familias siguen viviendo en sus casas en este núcleo de población tradicional que se mantiene en los accesos a la Universidad. Hoy volverán a concentrarse bajo el puente de Alfonso Molina como vienen haciendo semana tras semana.

El Ayuntamiento les obliga a convertirse en promotores forzosos en el futuro parque ofimático pendiente de construcción. Les ofrece cien mil euros para hacer frente a las cuotas de urbanización. Álvaro Corral denuncia que las palas derribaron el galpón de unos 260 metros cuadrados donde tenía su negocio de reparación de motos. Estaba cubierto por uralitas y no se adoptaron medidas para evitar el impacto del amianto. Se llevaron por delante los árboles sin miramientos.

Álvaro Corral

Su desalojo se produce para construir el puente que enlazará el ofimático con la Universidad. Denuncian que esta infraestructura es innecesaria por el momento porque aún no se han construído los pisos. Está previsto que se construyan más de dos mil viviendas en la zona.