Sobre las dos de la tarde finalizaba la práctica de pruebas por el recurso del bombero Roberto Díaz contra la multa que le impuso la Delegación del Gobierno por negarse a colaborar en el desahucio de Aurelia Rey. Él ha afirmado que volvería a hacer lo mismo. Es bombero, dice, para salvar personas, no para sacarlas de sus casas.

Roberto Rivas se negó a cortar la cadena del portal, se puso el casco y sacó una papeleta de Stop Desahucios. Ya hace año y medio de unos hechos que lo convirtieron en un símbolo

La Subdelegación del gobierno le impuso una multa de 600 euros por un delito de alteración del orden público que él ha recurrido porque considera que no es su deber actuar en desahucios. Dice que no cortar la cadena del portal era su intención desde que salió del parque.

Él no ha declarado, ha estado presente en la toma de declaración de 6 personas, que han comparecido en calidad de testigos. Entre ellos periodistas, mandos de la policía y un cabo del Parque de A Grela.

Su gesto tuvo repercusión y reconocimiento en toda Galicia y España con reacciones de apoyo en parques de bomberos de Valencia, Cataluña, La Rioja, Asturias, Valladolid, Andalucía o Canarias. También en colectivos de cerrajeros y juristas. 100.000 firmas llegó a reunir por su causa a través de la plataforma Change.org. La presión ciudadana posibilitó que la octogenaria se fuera por su propio pie días después de su casa del centro. Hoy vive tranquila en un piso en otra zona de la ciudad.