La crisis también ha afectado al voluntariado, con dos efectos. Por un lado, muchos prejubilados acuden a los centros cívicos para ocupar su tiempo. Por otro, hay personas mayores que se ven obligadas a dejar sus actividades solidarias con los demás para tener que hacerse cargo de sus familias. Así lo han expresado representantes del voluntarido coruñés y el concejal de servicios sociales, Miguel Lorenzo.
Un porcentaje importante de los voluntarios coruñeses son mayores de 50 años, y especialmente mujeres. Muchas de ellas tienen que dejarlo para atender obligaciones familiares como consecuencia de la crisis.

María Luisa Aperribay, de Voluntariado Social Fonseca
 
El Ayuntamiento de A Coruña cederá a Voluntariado Social Fonseca y la Plataforma Coruñesa del Voluntariado un local en el Paseo de los Puentes para que puedan realizar allí sus actividades.