Cezary Wilk ya no es jugador del Deportivo. De hecho no lo era desde que expirara su contrato el pasado 30 de junio, pero desde ayer es jugador del Zaragoza para las dos próximas temporadas. El mediocentro polaco ha sido presentado esta mañana y se ha mostrado "contento de poder recalar en un club tan grande como este".

El polaco abandona la disciplina del Deportivo para recalar en un Zaragoza que buscará como claro objetivo el ascenso a Primera División. Deja A Coruña tras dos años en los que nunca llegó a instalarse en el once titular del equipo. Las preferencias del técnico y las lesiones se convirtieron en el auténtico lastre para que el centrocampista pudiese demostrar sus cualidades. Álex Bergantiños se convirtió en el jugador preferido por todos los técnicos que pasaron por el banquillo coruñés durante su etapa de blanquiazul. A eso hay que sumar dos lesiones: una rotura muscular en el gemelo y una fractura por stress en el pie que llegaron en momentos claves para intentar el asalto del once titular. En el aspecto personal Wilk ha sido un hombre que deja huella en el club. Tanto empleados del Deportivo como compañeros de vestuario destacan de él su profesionalidad e implicación. En los pocos minutos que pudo disfrutar sobre el césped consiguió hacerse con el cariño de una afición que lamenta su salida del club.