El optimismo de Riki en la zona mixta de El Sadar ha evolucionado hacia una prudente incertidumbre. Tras el partido, el delantero quitaba hierro a su esguince de tobillo y se mostraba dispuesto a jugar el sábado frente al Valencia. Su deseo es el mismo, pero los tiempos puede que no jueguen a su favor: "Va en función de las sensaciones que yo tenga. Tengo el tobillo inflamado y vamos a hacer todo lo posible esta semana para llegar el sábado. Voy a hacer todo lo posible pero entre todos vamos a buscar lo mejor. Ojalá pueda jugar, mejoro cada día pero no depende solo de mí".

La derrota en Pamplona prolonga la terrible racha del Deportivo lejos de Riazor en la máxima categoría, ya que los blanquiazules no suman una victoria desde el pasado enero de 2011. Riki considera que la clave para que llegue la victoria es conseguir dejar la portería a cero. "Para ganar fuera de casa es importante no encajar y nosostros recibimos gol siempre. Hemos hecho buenos partidos fuera pero no los 90 minutos". Prueba de ello es el partido del domingo pasado con un segundo gol que en opinión del de Aranjuez "son despistes que no se pueden permitir. Lo hablaremos, pero está claro que son cosas que no pueden pasar en un equipo profesional".


El punta también se mostró satisfecho con el levantamiento del embargo que pesaba sobre el Depor decretado por la magistrada Zulema Gento. Considera Riki que tras este auto ahora tendrán mayor tranquilidad y confía en recuperar la normalidad cuanto antes aunque también matizó "cuando estamos jugando o entrenando nos olvidamos de eso. No es motivo para estar donde estamos".

Menos claro se mostró sobre su renovación, tema que zanjó tajante: "ahora mismo no me preocupa eso. Estoy centrado en recuperarme y jugar el sábado". La ampliación de su contrato es un tema atascado en estos momentos.