Cuatro equipos se repartirán las tres plazas de descenso el sábado que viene. Todos juegan en casa pero el único que depende de sí mismo es el Deportivo. Si los de Vázquez ganan a la Real, Celta, Zaragoza y Mallorca perderán la categoría hagan lo que hagan.

Casi todo salió mal anoche. Sólo favoreció al Dépor la derrota del Zaragoza en el campo del Betis. De hecho, de haber vencido en La Rosaleda, los blanquiazules estarían a estas horas celebrando la salvación. Pero la derrota por 3 - 1, unida a las victorias de Osasuna, que se salva, y del Celta, que se pone a un punto, deja la permanencia para una última jornada de infarto.

El Deportivo plantó cara a un Málaga con calidad pero a medio gas y ambos equipos tuvieron oportunidades para adelantarse en el marcador. Un gol de Saviola al filo del descanso en una jugada a balón parado mal defendida empezó a hundir los planes coruñeses.

En desventaja y obligado por la clasificación, Vázquez asumió riesgos y fue a por el partido. Su equipo, atenazado por los nervios, llegó con dificultades a la meta de Caballero pero, a cambio, ofreció más facilidades en defensa.

Un error de Aythami regaló a Baptista el 2-0 que terminaba de matar al Dépor. Salomâo acortó distancias a un cuarto de hora del final pero Isco cerró el partido sólo cinco minutos después.

La Real, obligada en Riazor
Incluso perjudican los resultados que afectan a los planes europeos de la Real. La mejor combinación habría sido una derrota del Valencia y una victoria donostiarra; de esa manera, los de Montanier llegarían a Riazor con la Champions en el bolsillo. Pero el Valencia ganó y los realistas lograron un empate ante el Madrid que les obliga a ganar en A Coruña para recuperar la cuarta plaza.