En domingo o entre semana. Un festivo o la víspera. El día es lo de menos, Riazor es una fiesta cuando el Depor salta al césped. Ayer el estadio estuvo cerca de completar su aforo para asisitir a una nueva victoria de los blanquiazules. La vigésimosexta de la temporada, igualando así el récord del Valladolid de Mendilíbar. Los 82 puntos del Depor acercan un ascenso que se queda a cinco puntos de su confirmación matemática.


La tarde empezó bien para los herculinos, ya que a los diez minutos ya mandaba en el marcador por 2-0. A los cinco minutos Bruno Gama dibujó un slalom desde la banda hasta la frontal del área y sirvió en bandeja el primer tanto a Juan Domínguez que definió por bajo. Con las manos y las gargantas calientes tras la celebración del gol Lassad llevçó el éxtasis a las gradas con el segundo gol. El francotunecino llevó el balón a la red en un córner que Guardado puso en juego al corazón del área y que el marsellés remató pegado al palo. Con la ventaja de dos goles los coruñeses se relajaron, algo que aprovechó Portillo para establecer el 2-1.


En el segundo tiempo los de Oltra volvieron a dominar el partido y al poco de salir al terreno de juego Riki cerró el partido con el 3-1 que sería definitivo. Estalló la fiesta en Riazor con una afición deseosa de la fiesta definitiva: la del ascenso. Lendoiro y Oltra siguen llamando a la prudencia y señalando a las matemáticas como las juezas que decidirán el momento en el que descorchar el cava. La grada quiere cobrar la deuda contraída hace un año. La marusía de ilusión ya es imparable.