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sábado, 04 de mayo de 2024 00:00h.

El Deportivo se catapulta a costa del Mallorca

Los coruñeses suman la tercera victoria consecutiva a costa de un Mallorca que duró media hora en el partido más cómodo de la temporada. Los de Fernando Vázquez se mantienen en puestos de ascenso directo y a un punto del liderato.

En el mundo de la alquimia se conoce como transmutación a la acción de convertir un elemento en otro, algo que sucede de manera natural cuando aquellos tienen un núcleo inestable. En Riazor se daban cita dos elementos que atraviesan por diferentes inestabilidades: por un lado la institucional de los herculinos a la que hay que añadir la deportiva del Mallorca. En ese contacto el cuadro isleño se transmutó en el Dépor de la pasada campaña, ayudado por un elemento común: la presencia en ambos casos del mismo timonel en los banquillos. Retornaba Oltra a la que fue su casa y en la que completó un año de ensueño en Segunda División y una pesadilla en la máxima categoría. La afición de Riazor otorgó más peso al primero de los recuerdos, recibiendo al valenciano con una cálida ovación.

Fernando Vázquez se ha convertido en las últimas semanas en un tahúr que juega al despiste. Si hace semanas experimentaba con Teles en los ensayos semanales para acabar poniendo en escena un plan diferente, en esta ocasión la probatura con dos delanteros practicada en Abegondo se quedó simplemente en un mero tanteo. El de Castrofeito situó a Seoane en lugar del lesionado Laure, mantuvo a Manuel Pablo como guardaespaldas de Luisinho y mantuvo su 4-1-4-1 dando entrada a Arizmendi en el costado derecho en lugar de un Borja que vio el partido desde el banco. Enfrente un equipo de Oltra trasmutado en el Deportivo de la pasada campaña pero con bastante menos pólvora. El Mallorca fue aquel Dépor que sorprendía con arranques briosos que no pasaban de fuegos de artificio. Un equipo endeble en defensa, largo y partido en dos en cuanto soplaba en viento en contra en el marcador. Arrancaron bien los rojillos, ante un equipo coruñés que parecía dormido en los primeros instantes. Los visitantes tenían la posesión y combinaban con fluidez para acercarse a la meta de Lux. Una etapa de partido con dudas en los locales y que duró 20 minutos, el tiempo que tardaron los blanquiazules en adelantarse en el marcador. Corría el minuto 23 cuando Arizmendi galopó por la diestra para llegar a línea de fondo y enviar un centro ante la pasividad de Bigas. El servicio lo aprovechó Luisinho para hacer el 1-0 y el Mallorca para borrarse del partido. Bigas estuvo demencial en el gol y su compañero de zaga Geromel empeoró aún sus prestaciones. A los 28 minutos tocó el esférico con la mano, viendo una segunda cartulina amarilla ganada a pulso ya que poco antes pudo enfilar el camino de los vestuarios al impactar con Luis en un salto. Todo lo contrario de lo que sucedía en el área rival donde la pareja Insua-Marchena completó un encuentro de enmarcar, solventando sin apuros el poco trabajo que pasó por su zona, convirtiéndose en uno de los pilares del juego del equipo. Por sí fuese poco castigo para los de Oltra Luis amplió la ventaja a la salida de un córner. Los coruñeses también transmutan en las últimas jornadas, convirtiendo su principal defecto, los problemas a balón parado, en una virtud. De esa manera llegaron goles ante el Castilla y frente al Recreativo, uniéndose a esa lista el Mallorca. Culio ejecutó un saque de esquina, aprovechando Luis un balón muerto para rematar a Miño a bocajarro. Un golpe casi definitivo al encuentro.

Oltra mantuvo una defensa de tres con dos hombres por delante, acumuló hombres arriba y arengó a los suyos en el descanso para intentar regresar al tablero del partido. Lo consiguió a poco del comienzo de la segunda mitad, aprovechando de nuevo la modorra local en la reanudación. El balón parado dejó una muesca más en el debe de los coruñeses. A la salida de un córner Víctor Casadesús remató de cabeza sin dar opción a Lux. Los mallorquines volvían al partido sin demasiada convicción, aunque aún tuvieron tiempo para cortar la respiración a la grada en un remate de Alfaro que acabó en el fondo de la red aunque en posición antirreglamentaria . El Deportivo recuperó su versión dominadora y Culio su protagonismo. El argentino disfrutó el partido como un chiquillo en un patio de colegio: la pidió, corrió, la movió, la volvió a pedir, distribuyó, marcó el ritmo y se cansó de provocar una y mil faltas. Los de Fernando Vázquez no encontraron mejor manera de acabar con la revuelta que anotando un nuevo tanto. Marchena acudió a su cita con el gol: en el último encuentro en casa anotó a balón parado frente al Castilla, la pasada campaña hizo un gol al propio Mallorca también desde el córner y en esta ocasión aprovechó la oportunidad para hacer un gol con suspense nacido también desde el banderín. Miño salió de puños de manera defectuosa y el rebote lo capturó el sevillano para, de cabeza, enviar el balón entre los tres palos. El meta quiso evitar in extremis un gol definitivo para la suerte del partido, tirándose sobre la línea de gol para impedir la sentencia. La duda sobre la validez del gol duró el tiempo necesario para que el línea, perfectamente ubicado, comunicase al colegiado que el balón había rebasado completamente la línea de meta. Los rojillos protestaron el gol sabedores de que suponía el tiro de gracia. A las protestas no se unió un Miño que reconocía de esa manera la validez del gol. Jaque mate y una herida que pudo ser mayor de no mediar la madera en un remate de volea de Núñez.

Tercera victoria consecutiva para los de Vázquez, dos de ellas ante rivales de importancia como Recreativo de Huelva y Mallorca. Resultados que sirven de inyección de autoestima en la travesía pirenaica que afronta el cuadro coruñés en esta fase del calendario. Dos de los puertos de montaña se han superado con matrícula de honor mientras Ponferradina y Lugo asoman en el horizonte. Los coruñeses llegarán a la capital del Bierzo la próxima semana con 26 puntos en el zurrón, en puestos de ascenso directo y asediando un liderato que se queda a un punto.