Domingos Paciencia empieza su etapa en A Coruña siguiendo la media inglesa. Victoria ante el Málaga y un empate lejos de su feudo para seguir vivos en la lucha por la permanencia. Ante la Real Sociedad apostó por un once similar al de las últimas jornadas, siendo el único cambio la entrada de Jesús Vázquez en lugar de Abel Aguilar.

El Dépor salió al campo mostrando la nueva cara que pretende implantar Paciencia en los suyos: rigor defensivo y disciplina táctica con líneas muy juntas. Un equipo que viste funda de trabajo y se remanga para la labor. En ataque, el equipo se estiraba buscando una contra que pusiese en apuros a la novata zaga donostiarra. La posesión ha dejado de ser un "asunto de estado" para este equipo: el balón se tiene lo necesario para crear peligro. Con esas premisas el conjunto coruñés cuajó una buena primera mitad. Los blanquiazules se replegaron sobre la puerta de Aranzubía cuando fue necesario, lanzando zarpazos tras cada robo de balón. Riki y Pizzi merodearon el área de Bravo en numerosas ocasiones, ensayando disparos con más intención que acierto. En el minuto 27, Bergantiños presiona la salida de balón de los vascos, robando el cuero y cediéndolo a Pizzi, que con un sutil toque con el empeine define ante Bravo adelantando a los coruñeses.

Los herculinos se acularon a partir del gol ante una real que buscaba sacudirse el desconcierto tras el gol. En el minuto 40 Álex Bergantiños rozó el 0-2 con un disparó que atajó el meta local en dos tiempos. Los donostiarras tuvieron dos claras ocasiones en la primera mitad. La primera la envió Agirretxe al palo tras un córner. La segunda significó el empate a menos de un minuto para que el Deportivo se fuese con ventaja al vestuario. Vela aprovechó otra tarde nefasta en el lateral izquierdo coruñés para sacar petroleo de la espalda de Evaldo y aprovechar la falta de contundencia de Zé Castro. El mejicano definió con calidad, alojando el balón en el palo derecho de Aranzubía gracias a un remate ejecutado con la precisión de un cirujano.

En la segunda mitad el Deportivo acusó el golpe. El campo se inclinó y la portería de Bravo se alejó paulatinamente para los coruñeses. En el minuto 49 Evaldo vió la cartulina amarilla cuando los vascos ya había descubierto una autopista en esa banda. En el 66 el lateral brasileño se dejó caer en el área local, recibiendo el primer aviso del colegiado. Un minuto después recibía la segunda amonestación en una jugada donde la rigurosidad del colegiado y la ingenuidad del jugador fueron de la mano.

Con diez hombres sobre el césped llegó el momento de ver en acción a Silvio y Paulo Assunçao. El lateral mostró solvencia en los pocos minutos de los que dispuso. El brasileño oxigenó el centro del campo cuando más apretaban los locales. La Real se volcó sobre la meta de un Aranzubía que solventó el trabajo con éxito, mientras que los de Paciencia confiaban su ataque a Nélson Oliveira, sobrado de ansiedad y Pizzi. Sin tiempo para más Ifrán desperdició la última ocasión, tras lo que el Deportivo sumó un punto para huir del último puesto y afrontar con ánimos renovados el vital choque del domingo ante Osasuna.