El Depor se lleva el derbi y pone el champán a enfriar
Con 0 - 2, los coruñeses renunciaron al balón y dieron vida a un Celta que llegó a empatar. Borja, en una jugada a balón parado en el descuento, dio el triunfo y medio ascenso. Mantiene 8 puntos sobre el Valladolid, que ahora es segundo con 2 puntos más que los vigueses.
>>De la victoria del Deportivo en el derbi gallego, por Marcos Sanluis
15 de abril de 2012 (02:00 h.)
El Deportivo asesta un nuevo golpe de autoridad al frente de la clasificación. Venció en Balaídos en un partido marcado por el tempranero gol de Riki que, como en el choque de Riazor, batió a Yoel en los primeros minutos y luego se retiró lesionado. Con la línea de presión muy adelantada, Álex Bergantiños conectó con Juan Domínguez en la frontal, éste vio el desmarque de Riki a la espalda de la zaga celeste y el madrileño picó con la diestra sobre la salida del portero vigués.
Por delante en el marcador, el Deportivo dio un paso atrás y el Celta asumió el mando del choque. Bien posicionado, el cuadro de Oltra aguantó un cuarto de hora el chaparrón local, más territorial que traducido en ocasiones. El acercamiento más peligroso a la meta coruñesa fue un remate en propia meta de Colotto que salvó bien Aranzubía. A la contra, Juan Domínguez remató al lateral de la red en posición escorada dentro del área.
El Depor tiró de paciencia y, mediado el primer tiempo, mandaba sobre el césped. El único contratiempo hasta el descanso llegó en forma de lesión, un nuevo tirón muscular de Riki que dio pie a minutos surrealistas con el jugador tendido sobre el campo sin que el árbitro parase el juego.
La segunda mitad empezó sin control. Guardado probó a Yoel desde media distancia y, en la siguiente acción, Morel salvó bajo palos un remate de Aspas con Aranzubía batido. A pesar de la ocasión, la más clara del Celta hasta el momento, el centro del campo coruñés superaba al dispuesto por Herrera. Valerón, Guardado y los pivotes aparecieron en zonas peligrosas con relativa comodidad. En una acción de ese tipo se fraguó el 0 - 2. Guardado recibió de cara y mandó un pase para Lassad, que batió con elegancia la meta celtiña.
Como un resorte, Oltra reaccionó metiendo a Borja por Valerón. El cambio significó para el Depor perder el balón y pasar de controlar el partido a sufrir las acometidas de un Celta que encontró premio en el ecuador del segundo acto con un buen gol de De Lucas, demasiado solo en el área.
Bruno Gama, tocado tras una fuerte entrada, fue el siguiente en retirarse al vestuario. Manuel Pablo entró en su lugar y Laure asumió el interior derecho. El cambio de cromos agravó la falta de control del Depor y Catalá, en una jugada en la que la defensa coruñesa pidió fuera de juego, hizo el empate ante un Aranzubía que pudo sacar los dos primeros remates a bocajarro pero no el tercero. A ocho minutos para el final, pintaban bastos para un Depor colgado del larguero y un Celta lleno de fe.
Pero los de Herrera, fundidos, permitieron al Depor estirarse y, no sólo no sufrir, sino disponer de una falta a balón parado a unos segundos del final. Guardado tiró de manual con un balón al segundo palo que Colotto mandó al larguero. Borja apareció para enviar el rechace a la red sin tiempo para réplica celtiña, acercando más un ascenso que el Depor tiene en su mano.
Por delante en el marcador, el Deportivo dio un paso atrás y el Celta asumió el mando del choque. Bien posicionado, el cuadro de Oltra aguantó un cuarto de hora el chaparrón local, más territorial que traducido en ocasiones. El acercamiento más peligroso a la meta coruñesa fue un remate en propia meta de Colotto que salvó bien Aranzubía. A la contra, Juan Domínguez remató al lateral de la red en posición escorada dentro del área.
El Depor tiró de paciencia y, mediado el primer tiempo, mandaba sobre el césped. El único contratiempo hasta el descanso llegó en forma de lesión, un nuevo tirón muscular de Riki que dio pie a minutos surrealistas con el jugador tendido sobre el campo sin que el árbitro parase el juego.
La segunda mitad empezó sin control. Guardado probó a Yoel desde media distancia y, en la siguiente acción, Morel salvó bajo palos un remate de Aspas con Aranzubía batido. A pesar de la ocasión, la más clara del Celta hasta el momento, el centro del campo coruñés superaba al dispuesto por Herrera. Valerón, Guardado y los pivotes aparecieron en zonas peligrosas con relativa comodidad. En una acción de ese tipo se fraguó el 0 - 2. Guardado recibió de cara y mandó un pase para Lassad, que batió con elegancia la meta celtiña.
Como un resorte, Oltra reaccionó metiendo a Borja por Valerón. El cambio significó para el Depor perder el balón y pasar de controlar el partido a sufrir las acometidas de un Celta que encontró premio en el ecuador del segundo acto con un buen gol de De Lucas, demasiado solo en el área.
Bruno Gama, tocado tras una fuerte entrada, fue el siguiente en retirarse al vestuario. Manuel Pablo entró en su lugar y Laure asumió el interior derecho. El cambio de cromos agravó la falta de control del Depor y Catalá, en una jugada en la que la defensa coruñesa pidió fuera de juego, hizo el empate ante un Aranzubía que pudo sacar los dos primeros remates a bocajarro pero no el tercero. A ocho minutos para el final, pintaban bastos para un Depor colgado del larguero y un Celta lleno de fe.
Pero los de Herrera, fundidos, permitieron al Depor estirarse y, no sólo no sufrir, sino disponer de una falta a balón parado a unos segundos del final. Guardado tiró de manual con un balón al segundo palo que Colotto mandó al larguero. Borja apareció para enviar el rechace a la red sin tiempo para réplica celtiña, acercando más un ascenso que el Depor tiene en su mano.